La psicoterapia para la codependencia es una perspectiva que toma en cuenta lo importante que son los procesos de recuperación de las personas que sufren a causa de la adicción de un miembro cercano. Así, en el momento en que la persona codependiente acepta la codependencia como una enfermedad, es que puede comenzar a tomar cartas en el asunto y decidir cambiar.
En Albero la consideramos como esencial, que los familiares entiendan que para familia que vive la adicción es indispensable dar un paso adelante en ir a terapia, ya que entender la gravedad de la codependencia les permitirá comprender porqué es tan necesario tratarla.
En la literatura sobre la salud mental podemos encontrar diferentes textos que abordan la importancia de la psicoterapia para la codependencia. De una manera clara y sencilla, la codependencia es una actitud obsesiva y compulsiva por controlar a otras personas y su relacion con ellas debido a la inseguridad que su adicción le genera. Así, la psicoterapia para la codependencia, se vuelve un recurso muy importante en aquellos que viven la otra cara de la moneda en la familia que enfrenta a la adicción.
El término de “codependencia”, comenzó a utilizarse en la década de los 70´s. Y ella situa al codependiente como la persona, familiar o amigo, que tiene una relación directa e íntima con un alcohólico o consumidor de drogas y que lleva a cabo actos que le permiten al familiar continuar con su adicción. Así, dicha persona realiza acciones como cuidar al familiar adicto al grado de tener la fantasía de salvar o cambiarlo.
En ambos casos se resalta cómo los codependientes se ven involucrados en vidas conflictivas, con sufrimiento y frustraciones; con recaídas repetidas y con la adquisición de conductas erróneas con el adicto que se relacionan.
En cuanto a la persona que es codependiente se ha observado que tanto personal de salud como personas que cuidan a personas con enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple, la insuficiencia renal, trastornos alimentarios, cáncer, esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer, también son codependientes.
El codependiente vive un esquema de vida disfuncional que emerge en la familia de origen, produciendo un estancamiento tanto en el desarrollo cómo en la conducta, porque al fin y al cabo realiza un esfuerzo para ajustarse a las circunstancias de su familiar adicto.
También el codependiente vive un patrón doloroso por su dependencia con el adicto, donde adopta actitudes compulsivas, busqueda de aprobación e incapacidad para reconocer sus verdaderos sentimientos. Por otra parte no se puede dar cuenta que asume responsabilidades del adicto que no le corresponden, debilitado su identidad y llevandolo a perder el control de su vida debido a no poner límites hacia los demás.
El desarrollo teórico actual no categoriza la codependencia dentro de un trastorno mental, lo cual genera mucha confusión en las personas que conviven con una persona que tiene una adicción. Fue solo hasta 1980 que el diagnóstico de codependencia apareció en la publicación del Diagnóstico Estadístico de los Trastornos Mentales DSM 3, habiendo en la actualidad solo un trastorno que semeja en síntomas, el cual se conoce como Trastorno de Personalidad Dependiente, el cual no se parece del todo al diagnostico de codependencia.
Sin embargo, la literatura respecto a codependencia suele ser abundante. Un ejemplo de ello sería Al-Anon que no es más que un grupo de 12 pasos que se centra en atender la enfermedad de la adicción desde el punto de vista del familiar.
Al definir la codependencia podemos tener una certeza. Y esto es que una serie de síntomas y conductas bien definidas sirven para diagnosticar a una persona de la misma. De tal forma que si bien no existe dentro de los manuales de diagnóstico psicológico actual un trastorno definido, quienes trabajamos a diario con ello consideramos que existe un padecimiento perfectamente reconocible.
Respecto a la codependencia existen algunos autores que definen diferentes estilos de ser codependiente. Estos son los siguientes:
Es quién presenta el comportamiento más difícil en un proceso terapéutico ya que su conducta incluye proporcionar droga o alcohol así como dinero facilitanto al adicto que pueda consumir la sustancia.
Quien mantiene una conducta de oposición declarada y objetiva contra la adicción, pero también lo protege y evita que el adicto se responsabilice de sus propias acciones y consecuencias por el consumo.
Es quien desempeña el rol de sufrimiento y no busca modificar el comportamiento del adicto, contemplando su autodestrucción en la fantasía de querer sacar algo bueno y noble de él.
Es el familiar desesperado en controlar la conducta autodestructiva de la persona adicta.
La codependencia inicia para un niño generalmente desde su infancia. Esto sucede debido a que la parte más grave de los trastornos de abuso de sustancias suceden en la etapa adulta de las personas y por ende es también en este periodo de vida donde se suele tener hijos.
Entender la codependencia en los hijos es un tema importante ya que las personas adultas que deciden buscar ayuda es importante que consideren entender como es que han enfermado los más pequeños de la familia.
Una manera en que puede identificarse como es que un pequeño esta viviendo la codependencia sería de la siguiente manera:
Es aquel hijo que vive la codependencia desde su rebeldía. De alguna manera busca llamar la atención de sus padres expresando con sus actitudes el mensaje de enojo que tiene hacia lo que se vive en las familias donde hay adicción. Tiende a sufrir por lo tirante de sus relaciones y porque su actitud le genera problemas adicionales a los que ya vive dentro del nucleo familiar.
Este es el hijo que asume simbólicamente el rol de esposo/a del padre o la madre con adicción. En algunos casos de la persona adicta, en otros casos de la persona codependiente, y la mayoría de las veces de ambos. Este hijo sufre por estar involucrado en todos los problemas que se generan dentro del ambiente familiar de adicción.
Es aquel hijo al que supuestamente se le protege de la adiccion a través de la sobreprotección. Es aquel al que se le esconden los problemas y la gravedad de los mismos. Este hijo sufre en silencio, generalmente sabiendo lo que está pasando pero impedido en involucrarse, volcandose a vivir mucha ansiedad.
Este es el hijo al que, tanto la figura parental adicta, como la figura parental codependiente, olvidan y hacen a un lado. En algunas ocasiones tambien puede ser al que olvidan padres codependientes, que se involucran en la adiccion de algún otro hijo, hacia el que vuelcan toda su atención. Este hijo se siente solo y tiende a alejarse de los problemas familiares.
Es muy importante comprender cual es el objetivo principal de la terapia para la codependencia. Y esto es el que la persona pueda dejar de vivir la vida de la persona adicta para poder vivir la propia.
Al igual que lo hemos observado en otras preguntas de esta entrada del blog, muchos de los que intentan dar respuesta son quienes comercializan productos, algunos lo hacen de manera muy general y sin tecnicismos y otros de manera más detallada como ya lo vimos con The Beemine Lab TM, de quienes retomaremos algunos de los usos citados.
Respecto al tipo de psicoterapia que puede ser llevada a cabo con la persona codependiente, simplemente hay que considerar que lo importante es que la misma le ayude a fomentar su autoestima, reconocer sus sentimientos, mejorar sus relaciones y favorecer su buen autoconcepto para así lograr mucho mayor asertividad.
Si la codependencia se trata, el avance será maravilloso para la persona. Además que de paso permitirá al familiar adicto no sentirse controlado permitiendole responsabilizarse de su enfermedad.