La introducción del alcoholímetro en México marcó un hito significativo en la búsqueda de abordar los peligros asociados con la conducción bajo la influencia del alcohol. Para entender completamente este cambio, es esencial remontarnos a las primeras décadas del siglo XX, cuando la movilidad en carreteras experimentó un aumento sustancial debido al crecimiento económico y la urbanización.